La generación de un tornillo puede suponerse arrollando un filete alrededor de un cilindro. En la primera figura mostrada antes, el filete o hilo es trapezoidal, mientras que en la segunda es triangular. En cualquier caso, si la hélice que describe el filete tiene un paso suficientemente grande (a), dejará espacio para arrollar sobre el cilindro otro filete, con lo que se obtiene una rosca de doble entrada (b), o triple si los filetes añadidos son dos. Para determinar el número de entradas de un tornillo, basta apoyar un rotulador en el flanco y girarlo hasta marcar una vuelta completa, de forma que el filete correspondiente quede coloreado; si en medio queda otro sin colorear, será de dos entradas, si quedan dos, de tres entradas y así sucesivamente.
El incremento del número de entradas no modifica el paso del tornillo pero con ello se consigue que la superficie de contacto entre el tornillo y la tuerca se incremente de modo que se podrá aplicar una mayor fuerza (par) de apriete y se obtendrá una unión más estanca. Nótese que no es estrictamente necesario que exista un espacio entre dos filetes consecutivos igual o mayor que la base de los mismos para que se pueda intercalar una segunda entrada; en este caso el resultado será simplemente una disminución de la profundidad de la rosca.